¿Es la compra de vivienda una buena inversión? Hasta hace pocos años la mayoría de personas y economistas consideraban que comprar una casa era una buena alternativa para invertir en un bien que se revalorizaba con el tiempo. Sin embargo, la crisis inmobiliaris a partir de 2007 ha puesto en duda lo que hasta no hace tanto era una certeza:
el precio de la vivienda siempre sube y se revaloriza a largo plazo
Los datos corroboran que la vivienda en España ha bajado, y ha bajado bastante. A pesar de que durante mucho tiempo costó reflejar los descensos en las estadísticas, la realidad se ha impuesto por su propio peso. Por más que se desee esconder, al final lo que ocurre se acaba sabiendo, y el mercado inmobiliario español ha caído en picado tanto por el tema precios como por el número de viviendas sujetas a operaciones de compraventa.
Si de entrada podemos suponer que una bajada del precio de un producto o servicio incentiva la compra, lo que sucede es lo contrario cuando no se cree que ha acabado de bajar. Por lo tanto, hasta que el precio de las viviendas deje de caer, la demanda de viviendas por parte de los inversores se prevee más bien excasa. No obstante, cualquier expectativa de recuperación de los precios por cualquier motivo, como una coyuntura económica que deje atrás la recesión y comience la senda del crecimiento, animará a los potenciales inversores a adquirir viviendas que ofrezcan una posible rentabilidad.
Según el Portal Idealista, un estudio del ijim ha concluído que a finales de 2012 el per de la vivienda se situó en 22,8. Este per equivale a una rentabilidad del 4,4%, y aunque es mayor que el 3% de 2007:
"el instituto considera que un per razonable se debería situar entorno al 19,5, que es la media del periodo 1985-2001. así pues, concluye que, si bien el mercado (ojo, no la vivienda) ya se ha ajustado en un 30%, aún debería hacerlo en otro 15% más."
En conclusión, la reducción del precio de la vivienda ha sido notable en estos 6 años que llevamos de crisis económica, pero aún no se ha constatado que "se haya tocado fondo", ni en el tema de la economía ni en el de la inmobiliaria. Ello deriva en una incertidumbre en cuanto al futuro que no invita a tomar posiciones todavía en la compra de vivienda. Ahora bien, pueden surgir oportunidades interesantes que insten a comprar con un horizonte de revalorización indefinido pero que conforme se ajuste a una buena rentabilidad, haga más probable el éxito de la inversión con el tiempo.
Vía|Idealista.com
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