Decidir cuándo vender su piso o casa puede ser difícil, pero como otras cosas en la vida, a veces es necesariotomar una decisión al respecto. Aunque el futuro dirá con seguridad si la decisión tomada fue la acertada, hay algunos factores que en el momento presente pueden ayudarle a la hora de tomar una acción u otra. En este artículo se va a ver qué puntos tomar en consideración.
La amortización de una hipoteca y los gastos en intereses que conlleva puede suponer una carga insoportable. En
concreto, cuando el índice de referencia, en la mayor parte de los casos el euríbor, está subiendo y se disparan los intereses, la cuota de la hipoteca comienza a subir. Cuando no se puede hacer frente a la cuota y demás gastos
domésticos, puede ser un buen momento para vender.
A ntes de que las deudas se acumulen puede ser mejor cortar la sangría de gastos. Otra cosa es que quizá un piso por
urgencia se venda hoy más barato de lo que se podría vender sin prisas. Eso ha sucedido siempre, pero a veces esperar demasiado cuando la situación es insostenible, puede llevar a un embargo por parte de la entidad financiera. En este caso, el banco se quedaría el inmueble por el 50% del valor de tasación, que resultaría ser posiblemente inferior al precio al que se podría colocar en el mercado.
Motivos para no vender
En ocasiones en las que los precios de los pisos suben y no hay ninguna necesidad o urgencia por vender, tal vez la decisión más idónea sea no vender hasta que se alcance un buen precio.
El precio de venta se puede determinar ya o esperar a las indicaciones del mercando inmobiliario que muestren cuando se ralentiza la subida de precios. Todo depende del tiempo que se tenga para vender, ya que como cualquier otra inversión, para obtener rentabilidad se debe disponer de tiempo y estar atento a las señales que inviten a deshacer la posición inversora. Aunque a veces el deseo de vender por el motivo que sea puede tentar a vender ante una oferta de compra, hay que tener en cuenta si esa oferta inferior o superior al precio de mercado del momento. Si no hay urgencia por vender y la oferta es inferior al precio de mercado, no parece ser una buena decisión aceptarla.